Colgado de los pies por una soga
de cabeza sobre el piso
el encino se retuerce,
y su madera murmura
el peso de mi nostalgia.
Miro el cielo y sus ramas
intentando erguir la cabeza
con mis ojos hinchados
y mis sienes afloradas
y duele
y duele
un dolor descomunal
mientras el encino canta y canta
mi alma llora
la desventura de sufrir al revés.
Es tormento
y duele
cuando miro el cielo y las ramas
el tiempo y la soga asida
desgarrándome los pies
de cabeza sobre el piso
siempre es así
hasta que Tú vuelves a ser el encino.
Lucas Luján
No hay comentarios:
Publicar un comentario